Estas son las más comunes y están hechas de un material flexible que permite que el oxígeno llegue a la córnea. Son ideales para quienes buscan comodidad y facilidad de uso. Durante muchos años las lentillas blandas fueron anuales, es decir, tenían una vida de un año lo que requería de unos cuidados constantes y costosos. En la actualidad las lentes blandas son desechables, los que las hace más cómodas e higiénicas. En esta categoría encontramos dos tipos:
Lentes diarias
Se usan durante un día y se desechan al final. Perfectas para quienes no quieren preocuparse por el mantenimiento y quieren usar lentillas de manera puntual.
Lentes mensuales
Su vida es de 1 mes desde el momento en el que se extraen del blíster. Se recomiendan para un uso más habitual y requieren limpieza y cuidado adecuados.
Aunque menos comunes que las blandas, estas lentes ofrecen una visión más nítida y son ideales para personas con astigmatismo o graduaciones altas. Suelen ser más duraderas y pueden ser una buena opción para quienes buscan una corrección visual precisa.
Lentes diarias
Son perfectas para quienes tienen un estilo de vida activo y prefieren la comodidad de no tener que limpiar y almacenar sus lentes. Ideales para deportistas y para aquellos que quieran una alternativa puntual a la gafa.
Lentes Mensuales
para un uso más habitual en el que el uso de lentillas diarias puede resultar caro. Aunque requieren limpieza y cuidados básicos, su uso es práctico y sencillo, y proporcionan la ventaja de poder estrenar lentes nuevas cada mes.
Lentes RGP
Se recomiendan para personas con graduaciones altas, especialmente miopía y astigmatismo, ya que proporcionan una visión más perfecta.
No sólo asesoramos sobre el tipo de lentilla mejor en cada caso, sino que hacemos un seguimiento semestral para intercambiar sensaciones y controlar muy de cerca tu salud ocular.
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